lunes, 9 de febrero de 2015

(copa)
EN CUBA: DIPLOMACIA BURGUESA, NEGOCIOS Y MENTIRAS
Los diálogos entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, el intercambio de prisioneros y las primeras medidas adoptadas para “suavizar” las relaciones, así como el posible restablecimiento de relaciones diplomáticas han ocupado los medios por estos días: desde los apologistas del imperialismo, que aprovechan para mostrar los hechos como una nueva prueba del supuesto fracaso del socialismo y el comunismo, hasta los más fervorosos pro castristas que siguen emperrados en dar por verdadera aquella ficción de socialismo, pasando por los curas de El Vaticano que sirvieron de intermediarios… todos, imperialistas, burgueses y pequeñoburgueses han dicho lo suyo haciendo aparecer como algo extraordinario un asunto sencillo de negocios entre capitalistas; detrás de esos discursos, declaraciones y manifiestos se esconden intereses de clase que no son los del proletariado.
Para empezar, es necesario decir que las actuales conversaciones tienen su razón de ser en la crisis económica del capitalismo mundial, donde los gobernantes de Estados Unidos buscan adecuar las relaciones diplomáticas para exportar el capital sobrante en ese país y cortarle el paso a la ventaja que ya le han tomado, no solo las clases dominantes en Rusia desde hace 50 años, sino también de China, convertido en estos días en el segundo socio comercial de los gobernantes de la isla y principales socios de los imperialistas chinos en el área del Caribe.
El bloqueo que el gobierno de Estados Unidos estableció sobre la isla hace ya 50 años fue un castigo contra el pueblo cubano por su apoyo al régimen pro ruso, pero que ya se volvió inocuo ante las necesidades de la expansión y la acumulación del capital: se imponen los intereses económicos por encima de las diferencias políticas.
Por otro lado, se hace necesario reiterar que en Cuba no ha existido socialismo; con el triunfo de la revolución en 1959 Cuba pasó de ser una semicolonia del imperialismo yanqui al socialimperialismo Ruso. Y con el derrumbe de éste último, a finales de los años 80 del siglo pasado, el gobierno de Cuba ha ido quitándole la apariencia de socialismo que tenía el régimen de los Castro. Y no son calumnias; basta mirar la página del Partido Comunista de Cuba y las conclusiones de su último Congreso (1). Dicho sea de paso, la página de Granma, órgano central de ese partido tiene un vínculo donde se ofrece la isla a los inversionistas extranjeros —Cuba: Guía del Inversionista, 2014 ESP—, tal y como lo hacen los lacayos de todas las semicolonias. ¡Más claro no canta un gallo!
Detrás de la diplomacia burguesa y las mentiras se encuentran los negocios de las clases dominantes, tanto de los imperialistas norteamericanos como de Cuba, lo cual hace necesario que el proletariado revolucionario vuelva a pronunciarse sobre el socialismo ficción con que se encubre el capitalismo verdadero, analizando el régimen económico y político cubano; sobre el falso internacionalismo y antiimperialismo de sus gobernantes; sobre el carácter revisionista del Partido Comunista de Cuba… en fin, sobre los asuntos que diferencian el socialismo y el capitalismo, al proletariado de la burguesía.
(1) Informe de Raúl Castro al VI Congreso, 17 de abril 2011
Estos son los principales rsponsables